The Berlin SummitDeclaration – Winningback the people
Las democracias liberales se enfrentan hoy a una ola de desconfianza popular en su capacidad para servir a la mayoría de sus ciudadanos y resolver las múltiples crisis que amenazan nuestro futuro. Esto amenaza con llevarnos a un mundo de políticas populistas peligrosas que explotan la ira sin abordar los riesgos reales, que van desde el cambio climático hasta las desigualdades insoportables o los grandes conflictos globales. Para evitar daños mayores a la humanidad y al planeta, debemos abordar urgentemente las causas fundamentales del resentimiento de las personas.
Hoy en día hay amplia evidencia de que esta desconfianza no solo, pero en gran medida, es impulsada por la experiencia ampliamente compartida de una pérdida real o percibida de control sobre el propio sustento y la trayectoria de los cambios sociales. Esta sensación de impotencia ha sido provocada por los choques derivados de la globalización y los cambios tecnológicos, ahora amplificados por el cambio climático, la inteligencia artificial y el choque inflacionario. Y décadas de globalización mal gestionada, confianza excesiva en la autorregulación de los mercados y austeridad han vaciado la capacidad de los gobiernos para responder eficazmente a tales crisis.
Recuperar la confianza de la gente significa reconstruir estas capacidades. No pretendemos tener respuestas definitivas. Sin embargo, parece crucial rediseñar o fortalecer las políticas basándonos en algunas de las lecciones fundamentales que podemos extraer de lo que ha causado tales niveles de desconfianza. Esto sugiere que necesitamos:
- reorientar nuestras políticas e instituciones desde la eficiencia económica por encima de todo hacia la creación de prosperidad compartida y trabajos de calidad seguros;
- desarrollar políticas industriales para abordar proactivamente las inminentes disrupciones regionales apoyando nuevas industrias y dirigiendo la innovación hacia la creación de riqueza para muchos;
- asegurar que la estrategia industrial se trate menos de otorgar subsidios y préstamos a sectores para que permanezcan en su lugar y más de ayudar a aquellos a invertir e innovar hacia la consecución de objetivos como el cero neto;
- diseñar una forma más saludable de globalización que equilibre las ventajas del libre comercio con la necesidad de proteger a los vulnerables y coordinar políticas climáticas mientras se permite el control nacional sobre intereses estratégicos cruciales;
- abordar las desigualdades de ingresos y riqueza que se refuerzan a través de la herencia y el automatismo del mercado financiero, ya sea fortaleciendo el poder de los mal pagados, gravando adecuadamente los altos ingresos y la riqueza, o asegurando condiciones iniciales menos desiguales a través de instrumentos como una herencia social;
- rediseñar las políticas climáticas combinando un precio razonable del carbono con fuertes incentivos positivos para reducir las emisiones de carbono e inversión en infraestructura ambiciosa;
- asegurar que las naciones en desarrollo tengan los recursos financieros y tecnológicos que necesitan para embarcarse en la transición climática y las medidas de mitigación y adaptación sin comprometer sus perspectivas;
- en general, establecer un nuevo equilibrio entre los mercados y la acción colectiva, evitando la austeridad autodestructiva mientras se invierte en un estado innovador y efectivo;
- reducir el poder del mercado en mercados altamente concentrados.
Estamos viviendo un período crítico. Los mercados por sí solos no detendrán el cambio climático ni conducirán a una distribución menos desigual de la riqueza. La teoría del “goteo” ha fallado. Ahora enfrentamos una elección entre un retroceso proteccionista conflictivo y un nuevo conjunto de políticas que responden a las preocupaciones de las personas. Hay todo un cuerpo de investigación innovadora sobre cómo diseñar nuevas políticas industriales, buenos trabajos, una mejor gobernanza global y políticas climáticas modernas para todos. Ahora es crucial desarrollarlas y ponerlas en práctica. Lo que se necesita es un nuevo consenso político que aborde las causas profundas de la desconfianza de las personas en lugar de centrarse únicamente en los síntomas o caer en la trampa de los populistas que pretenden tener respuestas simples.
A medida que el peligro de conflictos armados en todo el mundo ha aumentado debido a los intereses geopolíticos divergentes, las democracias liberales deberán, como requisito previo, demostrar su capacidad para defender sus valores y desactivar hostilidades directas, abrir el camino hacia una paz sostenible, así como disminuir las tensiones entre Estados Unidos y China.
Cualquier intento de devolver a los ciudadanos y a sus gobiernos al asiento del conductor tiene el potencial no solo de promover el bienestar para muchos. Ayudará a fomentar nuevamente la confianza en la capacidad de nuestras sociedades para resolver crisis y asegurar un futuro mejor. Necesitamos una agenda para la gente para ganar a la gente. No hay tiempo que perder.
Mayo de 2024
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